http://es.wikipedia.org/wiki/Brulote_(barco)
Un brulote (del francés brûlot) es una embarcación cargada de materiales explosivos, combustibles e inflamables como pólvora o fuego griego, y dotado de arpeos en los penoles de sus vergas y del bauprés.
Se destinaban a incendiar los buques de guerra enemigos fondeados o a destruir las obras de los puertos y los puentes tendidos sobre los ríos.
Unas veces se dejaba el brulote abandonado a la corriente o al impulso de vientos apropiados,
y otras se trataba de aproximarse durante la noche. Después de quedar bien adherido mediante los arpeos de abordaje, se le daba fuego al tiempo de abandonarlo y su tripulación en los botes
se lanzaba contra los buques enemigos para que se engancharan a ellos y se prendieran.
Generalmente se aprovechaban para convertirlos en brulotes los cascos de barcos viejos de poco tonelaje.
Fue importante su aplicación en el
asedio de Amberes (1584–1585) por Alejandro Farnesio, en que el ingeniero Gianibelli
los empleó para destruir el puente de barcas tendido por los españoles sobre el río Escalda.
Fueron muy utilizados en los siglos XVI y XVII, pero su origen se remonta a la Antigüedad clásica. Se cree que los tirios emplearon esta clase de embarcaciones contra Alejandro Magno y por la flota cartaginesa contra la armada romana.
Se les puede considerar los antecesores de los torpedos actuales.
Mas referencias:
http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/los-brulotes-la-edad-moderna-terror-incendiario-flote
Considerado en su momento como un arma naval terrorífica, el uso de el "navío de fuego", alcanzó su apogeo en el siglo XVII, en el que tuvo una presencia destacada en algunas de las batallas navales más importantes de la época. Capaz con su sola aproximación de causar el terror en las tripulaciones enemigas, este pequeño pero atrevido y peligroso buque, conseguiría “mandar al infierno” a algunos de los más poderosos navíos de la época.
Siglo XVI.
Sacrificar un barco para destruir otro.
Llegada la noche, mientras discurríamos como abrigarnos de su artillería, dieron fuego a dos bajeles grandes, lanzándolos sobre los nuestros, con lo que el temor se apoderó de la tripulación del Jesús, que lo abandonó en la mayor confusión, desoyendo órdenes del Capitán.
John Hawkins, acerca de la Batalla de San Juan de Ulúa (1568)
El temor, ante la aproximación de estos dos improvisados navíos de fuego (brulotesi), de los tripulantes del Jesus of Lübeck -que se salvó del fuego para ser capturado más tarde por los españoles- no era del todo injustificadoii. Después de todo qué peor enemigo puede haber que el fuego, para una estructura de madera, llena de jarcias alquitranadas, de velas de lona y de otros elementos inflamables; y que además en la época moderna cuenta con un polvorín (santa bárbara) que si se incendia puede hacerla saltar por los aires.
En realidad el concepto de usar una nave como proyectil incendiario era bastante viejo y conocemos de su uso en la Antigüedad -Tucídides relata el primer uso conocido, realizado por los siracusanos contra los atenienses en el 413 a.C-, así como ocasionalmente en la Edad Media, pero ahora en una nueva época para la guerra en el mar va a regresar con cada vez más fuerza.
Hay que señalar que los barcos de la época eran capaces de encajar un intenso cañoneo sin hundirse e incluso manteniendo la suficiente buena condición como para que una tripulación decidida rechazara un abordaje. Por tanto en ciertas circunstancias podía resultar razonable sacrificar un buque viejo y renunciar a la opción de tomar una presa; sin embargo, estos brulotes improvisados sobre la marcha, eran muy poco efectivos.
Otra muestra mas:
http://capitandaniels.blogspot.com.es/2008/09/brulotes.html
El tema es.... vale que la wiki no sea la fuente mas fiable, pero donde dice en ese parrafo, que es todo el texto extraido tal cual de la wiki que sea deff? es mas, te lo plantan como una unidad atacante en toda regla. Se justifica el bajo coste al aducir que se usaban barcos viejos con este fin. Si se quiere equiparar, que le suban la cantidad de plata que usan, considerando el coste de combustible incendiario, ya que un barco que ha de arder y que es lento se supone que no tiene que hacer un gran gasto en materiales y a correr.